Esta foto de la alcazaba está tomada desde la cercana azotea del Palacio de la Aduana, la primera de ellas es de 1944. Al fondo en el monte vemos el Castillo de Gibralfaro sin cambios, pero la alcazaba sí que los ha sufrido.

Esta comparación es de las más impresionantes. Sólo hay que fijarse en la transformación, tras la importante y difícil restauración que se tuvo que realizar gracias a la cual tenemos en tan buena forma este monumento.

Creo que una imagen vale más que mil palabras, así que tan sólo añadir que vale la pena apreciar los detalles y las diferencias entre ambas fotos con tiempo.